viernes, 7 de noviembre de 2014

Mi experiencia en Xcaret

Cada año, Xcaret invita a la prepa del Colegio Puerto Aventuras a participar en el Festival de vida y muerte de Xcaret. Este año, vino una señora llamada Araceli que nos presentó un powerpoint con todas las actividades que se planeaban hacer sobre el tema de Michoacán, cómo funcionaban los turnos, los días de capacitación y sobre el trato que debíamos tener con la gente. Desde el principio me emocionó mucho, ya que es un festival muy lindo. Nos dieron una lista en donde escribimos nuestro nombre y dos opciones de taller. Yo escogí uno que tenía que ver con mariposas, ya que era el único del que me acordaba en ese momento.
Cuando comenzó la capacitación, nos dejaron salir a la 1 pm de la escuela, para que nos diera tiempo de estar listos y puntuales en el parque, en la entrada de personal. Cuando llegamos, una señora llamada Angélica nos recibió y nos entregó nuestros pines del Pabellón Infantil y esos eran nuestro pase de entrada, así que no podíamos olvidarlos. Nosotros no éramos la única escuela invitada, también estaba la prepa del Papalote y el CEIC. Ese martes fuimos a un salón en donde nos dieron la misma presentación, nos asignaron nuestro taller e hicimos algunos ejercicios para conocer mejor a los otros voluntarios, pero casi todos se quedaban con los de su misma escuela.
Después de eso, fuimos a otro salón en dónde nos enseñaron a maquillarnos. Teníamos que pintarnos la mitad de la cara de blanco con un ojo y la nariz negra y dibujarnos dientes. Aparte, teníamos que decorarla con unos sellos que nos dieron, pero como era la primera vez que los usábamos, a casi nadie le salió bien, así que solo nos quedaba una mancha fea.
Al día siguiente, cada quien se fue con su tallerista para aprender lo que se tenía que hacer, información sobre las tradiciones que seguía el taller, entre otras cosas. Mi taller se llamaba Mariposas, almas que vuelan. En él, les contábamos un cuento a los niños sobre las mariposas monarca y después ellos coloreaban un dibujo de ellas. Para eso, teníamos que trazarlas, pero era demasiado trabajo para dos personas, ya que llegaban por los menos 60 niños por día, y eran cuatro días. Al final del día varios voluntarios de nuestra escuela y del Papalote estaban trazando mariposas y cortando papel maché para nuestro taller. Ese día fue cuando comenzamos a llevarnos bien entre todos.


El festival por fin había empezado, el pabellón se veía muy lindo y decorado y llegaba mucha gente. El primer día no podíamos controlar a los niños muy bien, pero después era fácil, aunque teníamos que actuar rápido para que no se nos juntara el trabajo. Era gracioso porque cuando trazaba las mariposas, las personas que pasaban por ahí creían que yo las estaba dibujando a mano alzada y hasta me grabaron y tomaron foto. El lunch era divertido y siempre platicábamos entre todos y bromeábamos. Fue muy cansado, ya que llegábamos desde las 12 para comer y salíamos hasta las 10:30 pm. Para entonces, nuestra creatividad con el maquillaje había aumentado y nos llevábamos todos super bien.


El último día, cuando el pabellón se cerró, nos juntaron a todos y nos entregaron nuestros lindos diplomas. Aparte, como regalo sorpresa, nos dieron una entrada gratis al parque. Fue una experiencia increíble, aprendí cosas nuevas e hice nuevos amigos. Con mucho gusto lo haría el próximo año.