En el momento en el que nuestra retina capta alguna forma, borde o color, el cerebro saca una conclusión de la imagen que está viendo: tiene la capacidad del movimiento. Nuestro cerebro piensa cómo se moverían estas formas en el futuro y es por eso que pareciera que se mueven cuando en realidad no lo hacen.
Mira el punto y aléjate y acércate a la imagen.
Existen dos tipos de ilusiones ópticas:
Cognitivas
Estas se dividen en ambigüedades, distorsiones, paradojas y ficciones. Son imágenes que aparentan ser algo diferente de lo que en realidad representan.
¿Las líneas verticales son paralelas? Distorsión
Ficción
Paradoja
¿Es una joven o una anciana? Ambigüedad
Fisiológicas
En estas se encuentran las alteraciones de la percepción y las distorsiones estructurales. Nuestra retina sufre un ligero estrés al mirar un objeto con exceso de brillo, color, posición, azulejo, tamaño o movimiento al que no puede adaptarse.
El cerebro está dividido en dos hemisferios. El hemisferio izquierdo se encarga de la representación lógica de la realidad. Nos ayuda a entender el habla, la escritura, la numeración, las matemáticas, gestos y pensamientos. Por el contrario, el hemisferio derecho se encarga de la representación creativa de la realidad. Nos ayuda a entender los objetos visuales no lógicos, como los sentimientos, sensaciones, el arte y muchas cosas más.
Nuestro cerebro y nuestra mente nos ayudan a ver la realidad y entender qué sucede a nuestro alrededor. Por eso cada día debemos ejercitarlos para que vivamos sanaMENTE.
¡Cuidado!